Felicidad y viajes 2

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Segunda anotación de bitácora:

Ya en el barco, mis primeros recuerdos son de nuestra instalación en el camarote. Supongo que sería en segunda o más bien tercera clase, pues estaba en la planta más profunda del barco. Era un camarote con cuatro literas, mis hermanas y yo compartíamos dos y las otras dos eran para mis padres. Recuerdo una pequeña mesita y un ojo de buey enorme, por el que cuando estábamos en el camarote mirábamos la mar.

Mi padre que había sido marinero, conocía a algunos de los tripulantes del Alberto Dodero, por lo cual además de las comidas que hacíamos normalmente en el comedor del barco, creo que eramos los únicos en el aquel sitio, además de los que viajaban en primera que teníamos fruta fresca y algunas golosinas todos los días en el camarote.

Pasados los primeros días luego de haber zarpado desde Buenos Aires, llegamos a nuestra primera escala, el puerto de Santos y para mí, la primera vez que podía subir a cubierta con buen tiempo. Luego del desayuno, mis padres nos llevaron a cubierta, desde allí, podíamos ver todo el movimiento en aquel muelle, viejos camiones cargados con bolsas de arpillera, supongo que con granos de café, y todo el movimiento de las grúas, los porteadores en la maniobra de carga y descarga.

Que alegría y felicidad para mí ver todo aquel movimiento, toda aquella algarabía multicolor, de gente y vehículos de un lado a otro. Fue maravilloso observar por primera vez aquellas maniobras que luego vería repetidas en sucesivas escalas, aunque con diferentes colores y paisajes. Que bueno!!!!!!!!

La foto, es en puerto Madero.

-Publicación hecha el 03/05/2015 y recuperada de mi anterior blog